En más de una y de dos ocasiones nos han preguntado por qué nos llamamos Ítaca, por qué hemos elegido este nombre. Creemos que para conocer lo que hacemos y cómo lo hacemos, es importante entender el porqué de Ítaca.
Nuestro nombre, Ítaca-ASC, tiene dos partes: ASC, por animación sociocultural, e Ítaca, por todo lo que representa la isla a la que regresa Ulises (u Odiseo) en La Odisea.
Empecemos por lo fácil: animación sociocultural. Nuestra metodología de intervención está basada en una animación sociocultural entendida como una construcción de procesos que se hacen en colectividades, buscando aumentar la autonomía tanto individual como grupal mediante métodos activos. Entendemos que las intervenciones socioculturales son, en sí mismas, acciones educativas para el cambio social, en las que la propia sociedad es la que analiza y propone mejoras para las diferentes situaciones.
El aprendizaje como aventura y la aventura como aprendizaje.
¿E Ítaca? Por muchas razones: por el viaje, por el aprendizaje, por el desarrollo personal, por llegar a un objetivo, por el cambio… Ítaca es una isla de Grecia, una de las 1.400 islas jónicas, pero no es esa isla la que nos interesa (o quizás sí, ya que especialistas no se ponen de acuerdo en si la actual Ítaca es la Ítaca de La Odisea), nos interesa la Ítaca literaria, ese inicio y final de un viaje.
Ulises parte de Ítaca para irse a la Guerra de Troya, que dura 10 años; y, tras ella, vuelve a su isla, vuelve a Ítaca, en un viaje que dura otros 10 años, una odisea llena de aventuras adversas y favorables que le enseñan y le cambian para volver al punto de partida que ha cambiado pero donde el cambio más importante está dentro de él.
Y eso es Ítaca para nuestro equipo: es un viaje en el que las experiencias y los conocimientos que adquirimos nos cambian y nos enseñan.
Como Ulises, partimos y volvemos, pero al regresar al punto de partida, nos damos cuenta de que hemos cambiado. Ítaca puede ser un destino, una meta a la que llegar; pero lo importante es todo el proceso que vivimos mientras alcanzamos, o no, ese objetivo. Es ese cambio constante que vivimos al aprender, al formarnos, al experimentar, al hablar con otras personas… Un cambio personal y con el que influimos en nuestro entorno.
Porque es el cambio, la transformación, lo que une nuestras dos partes: Ítaca y animación sociocultural.
Y aunque esta sea la primera Ítaca que nos marca y nos viene a la cabeza, no somos solo la Ítaca de Homero, somos también la Ítaca del poema de Xoana Torres y del de Konstantino Kavafis.
«Eu tamén navegar»
«Yo también [quiero, puedo, deseo, voy a] navegar» declara la Penélope del poema de la gallega Xoana Torres. Una Penélope que no espera a su marido tejiendo y destejiendo, sino una Penélope que quiere pasar a la acción, que quiere actuar.
Y desde Ítaca-ASC queremos que las mujeres naveguen, que lo haga la infancia, la juventud… que todas las personas podamos participar y tener un papel activo en nuestro cambio y en los cambios de nuestro entorno.
PENÉLOPE, de Xoana Torres
DECLARA o oráculo: “QUE á banda do solpor é mar de mortos, incerta, última luz, non terás medo. QUE ramos de loureiro erguen rapazas. QUE cor malva se decide o acio. QUE acades disas patrias a vindima. QUE amaine o vento, beberás o viño. QUE sereas sen voz a vela embaten. QUE un sumario de xerfa polos cons.” Así falou Penélope: “Existe a maxia e pode ser de todos. ¿A que tanto novelo e tanta historia? EU TAMÉN NAVEGAR.”
PENÉLOPE (Traducción por Eloísa de Otero)
DECLARA el oráculo:
“QUE al borde del crepúsculo es mar de muertos,
incierta, última luz, no tendrás miedo.
QUE ramos de laurel alzan muchachas.
QUE color malva se decide el racimo.
QUE obtengas de esas patrias la vendimia.
QUE amaine el viento, beberás el vino.
QUE sirenas sin voz la vela embaten.
QUE un breviario de espumas por las rocas.”
Así habló Penélope:
“Existe la magia y puede ser de todos.
¿A qué tanto ovillo y tanta historia?
YO TAMBIÉN NAVEGAR.”
«Itaca te brindó tan hermoso viaje»
En Ítaca-ASC creemos en el aprendizaje a través de la experiencia, a través de la reflexión, del diálogo, de la colaboración y de compartir con diversas personas y opiniones, por eso, como dice el poema de Kavafis «no temas a los lestrigones ni a los cíclopes / ni al colérico Poseidón».
Creemos que no solo aprendemos de las aventuras favorables, sino también de las adversidades y de los errores. Y, por supuesto, creemos que en la importancia del viaje y en que cada persona tenga su ítaca, su viaje, su descubrimiento y su crecimiento.
ÍTACA, de Konstantino Kavafis
Cuando emprendas tu viaje a Ítaca pide que el camino sea largo, lleno de aventuras, lleno de experiencias. No temas a los lestrigones ni a los cíclopes ni al colérico Poseidón, seres tales jamás hallarás en tu camino, si tu pensar es elevado, si selecta es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo. Ni a los lestrigones ni a los cíclopes ni al salvaje Poseidón encontrarás, si no los llevas dentro de tu alma, si no los yergue tu alma ante ti. Pide que el camino sea largo. Que muchas sean las mañanas de verano en que llegues —¡con qué placer y alegría!— a puertos nunca vistos antes. Detente en los emporios de Fenicia y hazte con hermosas mercancías, nácar y coral, ámbar y ébano y toda suerte de perfumes sensuales, cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas. Ve a muchas ciudades egipcias a aprender, a aprender de sus sabios. Ten siempre a Ítaca en tu mente. Llegar allí es tu destino. Mas no apresures nunca el viaje. Mejor que dure muchos años y atracar, viejo ya, en la isla, enriquecido de cuanto ganaste en el camino sin aguardar a que Ítaca te enriquezca. Ítaca te brindó tan hermoso viaje. Sin ella no habrías emprendido el camino. Pero no tiene ya nada que darte. Aunque la halles pobre, Ítaca no te ha engañado. Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia, entenderás ya qué significan las Ítacas.
Edición y traducción de Pedro Bádenas de la Peña, para Antología poética, de Alianza Editorial. Madrid, 1999.
A cada una de las personas que formamos parte de esta aventura, parte de Ítaca-ASC; la formación, la participación y la animación sociocultural nos ha influido de manera diferente, tanto a nivel personal como profesional. Pero el encuentro y la conexión que supuso compartir espacios relacionados entre lo que hacíamos en nuestros diferentes lugares de trabajo y el asociacionismo, facilitó el nacimiento de lo que hoy es Ítaca-ASC. Aunque sabemos que el cambio forma parte de lo que somos y es muy probable que nuestra aventura nos enseñe y nos transforme.
Y tú, ¿te vienes de viaje?